Habiendo sido liberado de la cárcel de la carne y de sus limitaciones, Cristo tomó su derecho legítimo a ser celestial; más no tomó su derecho como Dios, eso ya le pertenecía, sino como Hombre por su vida impecable y su resurrección.
Etiqueta: resurreccion
32: LA DOCTRINA DE LA SALVACIÓN LA GLORIFICACIÓN
El cuerpo de carne que tenemos en esta vida no es el cuerpo definitivo. Dios tiene preparado para nosotros un cuerpo de gloria semejante al de Él. Será espectacular!