La doctrina de la Biblia, en particular en lo que respecta a los Profetas Mayores del Antiguo Testamento, se refiere a las creencias y enseñanzas fundamentales derivadas de los escritos de estos profetas. Los Profetas Mayores son Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel. Aquí se presentan algunas de las principales doctrinas relacionadas con estos profetas:

1. **La soberanía de Dios**: Los Profetas Mayores enfatizan la soberanía de Dios sobre todas las naciones y su capacidad para controlar la historia humana según su voluntad divina. Esto se refleja en las profecías sobre el juicio y la restauración de Israel, así como en las visiones apocalípticas de Daniel.

2. **El llamado al arrepentimiento**: Isaías, Jeremías y Ezequiel instaron repetidamente al pueblo de Israel al arrepentimiento y a volver a Dios. Enseñaron que la desobediencia a Dios lleva a la calamidad, pero el arrepentimiento puede llevar a la restauración.

3. **La promesa del Mesías**: Los Profetas Mayores contienen numerosas profecías mesiánicas que anuncian la venida de un Salvador y un Rey redentor. Isaías, por ejemplo, profetizó sobre un “Siervo Sufriente” y un “Renuevo de David,” que son considerados referencias al Mesías, Jesucristo.

4. **La justicia y la moralidad**: Los profetas denunciaron la injusticia, la opresión y la corrupción moral tanto en el pueblo de Israel como en las naciones vecinas. Enseñaron la importancia de la justicia social y la obediencia a la Ley de Dios.

5. **La restauración y la esperanza**: A pesar de las advertencias de juicio, los Profetas Mayores también proclamaron la esperanza de la restauración y la renovación. Prometieron un futuro en el que Dios redimiría a su pueblo y establecería su reino eterno.

6. **La revelación divina**: La doctrina de la revelación divina se manifiesta a través de las visiones y mensajes dados a estos profetas. Estos escritos son considerados inspirados por Dios y forman parte de la revelación divina contenida en la Biblia.

En resumen, la doctrina de los Profetas Mayores se centra en la soberanía de Dios, el llamado al arrepentimiento, la promesa del Mesías, la justicia y la moralidad, la restauración y la esperanza, y la revelación divina. Estas enseñanzas proporcionan una comprensión más profunda de la relación entre Dios y su pueblo en el contexto de la historia bíblica y continúan siendo relevantes para la fe y la práctica religiosa en la actualidad.